Adolescentes Adictos al Consumo
Adicciones y Consumo de Drogas en Adolescentes
Actualmente, las adicciones en los adolescentes constituyen un problema de salud pública muy importante. ¿Y esto por qué es así? Porque la adolescencia es un caldo de cultivo muy fértil, donde se empiezan a fraguar gran cantidad de problemas, y conductas, que nos acompañarán en la edad adulta.
La adolescencia puede considerarse como el “examen práctico” de todo lo que hemos ido aprendiendo durante nuestra vida hasta ese momento. Nuestra forma de relacionarnos, nuestras estrategias para afrontar problemas, nuestra autoestima, etc. Además, junto con todo ello, y como si fuera poco, empezamos a construirnos a nosotros mismo en términos de independencia. Empezamos a plantearnos que existe una realidad diferente a la que tenemos en casa y además empezamos a experimentar. Esta experimentación, propia de la adolescencia, junto con la ausencia de miedo o con la poca previsión de consecuencias, puede hacer que acabemos experimentando con las drogas. Y si estas drogas nos ofrecen una solución, fácil y rápida (aunque nada efectiva a largo plazo), a nuestros problemas hay bastantes posibilidades de que las incorporemos a nuestro día a día.
¿Cómo se desarrollan las adicciones en la adolescencia?
Como decíamos antes, en la adolescencia ocurren muchas cosas que escapan a nuestro control. Además de que todavía no ha finalizado nuestro desarrollo madurativo y nuestras habilidades sociales empiezan a ser evidentes, para bien o para mal, nos encontramos con crisis normativas que pueden desestabilizarnos. Es un momento en el que tenemos que empezar a tomar decisiones para nosotros y, asumir ese momento, no es fácil.
El desarrollo de una adicción durante la adolescencia viene determinado por varios factores. Los adolescentes necesitan autoafirmarse y eso muchas veces trae de la mano la rotura de lo establecido: necesitamos romper normas. Esto junto con la gran influencia que tiene en este momento vital el grupo de iguales y el miedo al rechazo puede derivar en el consumo de drogas, aunque únicamente sea por proximidad. Lo que decimos siempre en Atiempo es que es importante saber por qué empezamos, pero lo es más saber por qué nos quedamos en el consumo. Hay una gran cantidad de adultos que han realizado algún consumo experimental durante la adolescencia y luego no han desarrollado una adicción. Es aquí precisamente donde entran en juego las distintas variables que influyen en la adicción: personales, sociales y ambientales.
Las drogas en adolescentes
El riesgo de consumo de drogas aumenta, especialmente, en los momentos de transición y la adolescencia es el momento de cambio “por excelencia”. El uso de drogas en adolescentes puede constituir un modo de relacionarse y sentirse aceptado por el grupo. Y, además, es probable que sea la primera vez que están expuestos a las drogas y, por tanto, no sepan cómo manejarlas.
Un punto para tener en cuenta es la comorbilidad con la adicción. En la adolescencia pueden aparecer los primeros rasgos de otro tipo de enfermedades que pueda presentar el adolescente como, por ejemplo, la depresión o la ansiedad. La comorbilidad es la concomitancia de dos enfermedades. Puede ser que aparezcan a la vez o una después de otra y que, además, la existencia de una está empeorando el progreso de la otra.
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Adolescentes y consumo
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¿Qué tipo de droga se consume entre los adolescentes?
Los adolescentes pueden presentar “adicción con sustancia” a diversas drogas, aunque las más habituales son: el tabaco, el alcohol y el cannabis.
Una de las cosas importantes que hay que saber respecto al uso de drogas en adolescentes es que, los primeros consumos, no se realizan en soledad, sino que normalmente están acompañados del grupo de iguales. De ahí la importancia de conocer cuál es el entorno de nuestros hijos.
¿Qué tipo de adicciones comportamentales son más frecuentes en la adolescencia?
Cuando hablamos de adicciones comportamentales nos referimos a las que no llevan una sustancia asociada. Las adicciones sin sustancia son: adicción al sexo, adicción al juego, adicción a las nuevas tecnologías y adicción a las redes sociales. Pese a que pasan más desapercibidas, sobre todo al inicio, son igual de graves e invalidantes que las de con sustancia.
En el caso de los adolescentes, la adicción a las redes sociales y las nuevas tecnologías está aumentando considerablemente. El uso de las redes sociales como complemento a nuestro desarrollo personal y construcción de nuestra autoestima en función de estas puede traer malas consecuencias asociadas.
Por otro lado, la facilidad de acceso al juego a través del móvil y la gran cantidad de salas de juego están propulsando y facilitando el acceso, y adicción, adolescente.
El preocupante consumo de alcohol en los adolescentes
Como indicábamos anteriormente, el alcohol es una de las drogas que más consumen los adolescentes. A todo esto, hay que añadir el aumento de este consumo en los últimos años. Los estudios dicen que el inicio de consumo de alcohol es en torno a los 13-14 años, aunque la creencia general es que es posterior. Este consumo se realiza de forma más habitual durante el fin de semana.
Hemos de ser conscientes que el alcohol es una droga legal que se nos presenta normalizada desde nuestra infancia. A lo largo de nuestra vida, salvo que tengamos una situación familiar cerca que rechace el alcohol, este es el rey de todas las fiestas. En las reuniones familiares nunca falta el vino y las cervezas y las celebraciones se finalizan brindando. Por no hablar de los anuncios de inicio del verano asociados a mar, relax y cerveza. Todo esto constituye un caldo de cultivo para que nuestros adolescentes tengan sus primeros momentos de ocio independiente, repitiendo, precisamente, lo que llevan toda la vida viendo.
¿Cómo se trata en Atiempo el consumo de drogas y alcohol en adolescentes?
Desde Atiempo tratamos la adicción de los adolescentes desde una perspectiva integral. Nuestra experiencia nos dice que cuando un adolescente está en consumo ha descuidado muchas otras facetas de su vida. Su relación familiar, sus amistades, sus estudios… por ello es importante retomar y cuidar todas ellas. Desde Atiempo ofrecemos apoyo a la familia y les damos pautas de acción en un momento tan complicado como éste. No solo por el sufrimiento, sino porque el consumo acaba provocando problemas de convivencia familiar que implican a todos los miembros de la familia.
¿Qué efectos tiene el alcohol en la salud del adolescente?
El alcohol afecta directamente al sistema nervioso, esto produce efectos palpables como que reaccionemos más lentamente a los estímulos, no seamos totalmente conscientes de los riesgos de nuestras acciones y de las consecuencias de estas, también afecta a la coordinación, al habla, etc.
Se producen actitudes violentas, irritabilidad, dificultad para controlarnos. También surgen sentimientos agradables como la euforia, pero de forma descontrolada, lo que hace que aparezcan consecuencias negativas como pueden ser embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual, etc.
Otra circunstancia alarmante que ocurre con el alcohol en los adolescentes, son los accidentes de tráfico. Según la encuesta ESTUDIES 2004, el 18,1% de los estudiantes de 14 a 18 años que habían consumido alcohol en los doce meses previos a la encuesta había sido durante ese período conductor o pasajero de un vehículo conducido por alguien que estaba bajo los efectos del alcohol.
¿Qué puede hacer la familia para prevenir estos problemas con el alcohol?
- Intervenir con los hijos de consumidores. Darles apoyo y ayuda para que entiendan la problemática del familiar.
- Implicarse en los programas escolares. Dedicar tiempo y voluntad a seguir trabajando en casa aquello que se fomenta en la escuela.
- Fomentar el desarrollo de las habilidades sociales de los adolescentes, haciendo de facilitadores en casa. Esto dotará de recursos a los hijos que utilizarán fuera del hogar.
- Crear un espacio de confianza para el diálogo y la sinceridad entre todos los miembros de la familia.
- Buscar ayuda de profesionales cuando no sepamos abordar la situación y/o nos veamos incapaces de hacerlo solos.
Puedes contactar con Atiempo Adicciones en el teléfono 914 009 559 o en el 673 139 280. Tenemos servicio de asistencia 24 horas. ¡Llámanos, te ayudaremos!
Efectos del cannabis sobre el cerebro adolescente
El Instituto Nacional de Drogas de Abuso (NIDA) ha alertado de los riesgos del consumo de cannabis a edades tempranas. Algunos estudios están demostrando que los efectos sobre el cerebro de los chavales pueden llegar a ser permanentes e irreversibles.
El cerebro de un adolescente está en pleno desarrollo, por lo que es mucho más vulnerable a sufrir alteraciones en su estructura y también en las conexiones sinápticas que se establecen entre neuronas.
A efectos conductuales, el consumo de cannabis en adolescentes se traduce en una disminución de concentración y de memoria. Esto, afecta a su aprendizaje y se asocia al fracaso escolar. También se ven afectados los reflejos y la capacidad motora de los jóvenes. Además, el consumo de cannabis de manera sostenida en el tiempo activa la aparición de un “síndrome amotivacional”. Sus efectos, son apatía y desinterés por todo aquello que no tenga que ver con los porros.
Por otro lado, ya hemos hablado de la asociación entre cannabis y esquizofrenia en personas predispuestas a esta enfermedad en el artículo del blog “Desmontando el mito: la marihuana no es mala”. Las secuelas en el cerebro debidas a un brote psicótico son más intensas cuanto más joven es el cerebro. Los adolescentes y jóvenes que sufren brotes psicóticos en la adolescencia a causa del cannabis tienen muchas probabilidades de que sus estudios se vean afectados -los adolescentes que consumen diariamente tiene un 60% menos de posibilidades de acabar el instituto-, pero también de que su evolución personal se altere.
Una vez hayamos identificado el problema debemos actuar lo más rápido posible. Podemos sentarnos con nuestros hijos y hablar con ellos de manera firme, pero con afecto y con intención de ayuda.
En primer lugar, es importante que intentemos evitar una actitud sobreprotectora y alarmista con nuestro hijo o hija consumidor. Sin embargo, debemos marcar de manera clara los límites y normas de nuestra familia (especialmente los relacionados con dinero y horarios) y hacer explicita la idea de que no estamos de acuerdo con el consumo.
Los padres, junto con los profesores y los medios de comunicación, son una de las principales fuentes de información sobre drogas de las que disponen los chavales. Por esto, los padres tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos en este tema de manera honesta, sin mentiras. Infórmate sobre las sustancias de abuso, sobre sus efectos y riesgos para que puedas transmitir esta información a tus hijos.
Habla claro con tus hijos sobre las consecuencias y peligros reales del consumo de drogas. No utilices el miedo o las amenazas para alejarlo de las drogas, porque el efecto es el contrario.
Es importante que los adolescentes aprendan a resolver sus problemas y situaciones vitales sin la necesidad de recurrir a drogas. Por ello, es fundamental que dotemos a nuestros hijos de herramientas y recursos emocionales que les permitan lidiar con sus sentimientos de manera adaptativa.