Cómo ayuda la terapia conductual a superar una adicción

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Terapia conductual para superar una adicción

La terapia conductual se basa en el principio conductista, puntualmente en la teoría del condicionamiento clásico y operante. El fundamento de estas teorías se encuentra en el aprendizaje a través del asociacionismo entre estímulos y sus consecuencias.  Si las consecuencias son positivas (refuerzo positivo), la conducta se mantendrá en el tiempo, si por el contrario son negativas (refuerzo negativo), existirá menor probabilidad de que se repita.

Cuando una persona comienza a consumir, el refuerzo positivo que obtiene cerebralmente originará que repita las mismas conductas y así volver a conseguir la droga. Tras un periodo de tiempo, las consecuencias negativas asociadas al consumo producirán una conducta de rechazo e intento de reducirlo. Es aquí con ayuda especializada, donde pondremos en práctica la terapia cognitivo conductual y aprenderemos nuevos hábitos saludables.

¿Cómo es el desarrollo del tratamiento con terapia conductista?

Una parte importante en el tratamiento de las adicciones es la relacionada con patrones de conducta aprendidos de manera inadecuada. En la terapia cognitivo conductual en Atiempo Adicciones, los pacientes aprenden a identificar y corregir tanto los pensamientos como las conductas problemáticas que los llevan a consumir y poder así prevenir recaídas.

El tratamiento conductista ayuda a las personas a mejorar el autocontrol mediante estrategias concebidas para ello. La principal tarea que los pacientes tienen que aprender es reconocer las situaciones de riesgo que aparecen en su día a día y cómo hacer para poder evitarlas. El ocio con amigos de consumo, un estilo de vida poco activo o afrontar de manera estresante el trabajo, son ejemplos de situaciones de riesgo muy comunes en terapia.

Según las investigaciones, la terapia cognitivo conductual produce mejores efectos en los pacientes que otro tipo de terapias. Además, los logros conseguidos se conservan a largo plazo.  Este tratamiento nos ayuda a poder detectar los pensamientos irracionales que la persona adicta realiza para poder seguir consumiendo.

Para que el tratamiento pueda surgir el efecto deseado tenemos que aprender:

  • Reconocer los pensamientos que nos producen una emoción y nos llevan a consumir.
  • Las emociones que nos llevan hacia un pensamiento de consumo.
  • Los patrones de conductas automáticos, resultado de todo el proceso anterior.

A modo explicativo, imaginamos una situación en la que una persona se encuentra en tratamiento y tiene una discusión con su pareja. Esto le provoca una emoción de malestar o enfado, que despierta unos pensamientos de negatividad. Como consecuencia a todo este proceso, acaba realizando una conducta aprendida automática que es y ha sido consumir.

La terapia conductual no solo se basa en analizar como nos comportamos ante ciertas situaciones y estímulos presentes. Si no que va más allá. Es importante averiguar que aprendizajes hemos adquirido en ciertos lugares o que estímulos nos activan y nos pueden llevar directamente a consumir. Además de examinar que pensamientos y emociones nos producen esos lugares. Conocer todos estos factores en cada individuo es muy importante para que el tratamiento pueda tener los resultados esperados.  De este modo podremos sustituir estímulos, lugares o adquirir nuevas habilidades para poder hacer frente a cada uno de estos factores.

En adicciones la terapia cognitivo- conductual obtiene muy buenos resultados, acompañada según el caso clínico de medicación. La clave de este tratamiento reside en que la propia persona enferma pueda identificar, prevenir y actuar, ante situaciones de riesgo. No debemos olvidar que la adicción nos va a acompañar a lo largo de nuestra vida y que, aunque podemos volver a la normalidad, van a existir ciertos hábitos y conductas que debemos evitar o no volver a repetir, para impedir enfrentarnos constantemente a esta enfermedad.

Creado en: 5 julio, 2019, por : ATIEMPO Adicciones
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